Los riesgos o complicaciones tras la cirugía de la papada son infrecuentes, y su relación a continuación tiene como finalidad darte una buena información y no alarmarte. Siempre existe un riesgo anestésico, que habrás de considerar a la hora de decidir sobre tu intervención. Este riesgo es extremadamente pequeño. Desde que entras en el quirófano, hasta que finaliza la intervención, el anestesiólogo estará a tu lado, controlando tus constantes vitales. Algunas personas cicatrizan haciendo cicatrices gruesas y enrojecidas que tardan muchos meses en aplanarse y palidecer, quedando posteriormente de mayor anchura que una cicatriz normal. Esta complicación es muy poco frecuente con las técnicas de sutura que utilizamos y los cuidados de la cicatriz que te recomendaremos en el postoperatorio. Los problemas en la cicatrización son más frecuente en personas fumadoras. Para conseguir el resultado deseado tras el lifting cervical, la piel que ha sido despegada debe ser readaptada con la tensión correcta. Las pérdidas importantes de piel necesitan procedimientos adicionales, pudiendo dejar una secuela cicatricial, si bien esto es muy infrecuente (menos de 5 %). Se pueden acumular pequeñas cantidades de líquido bajo la piel. Esto es normal y se reabsorben entre 4 o 6 semanas. Todas estas sensaciones ocurren normalmente, y persisten durante unas semanas, desapareciendo a medida que el proceso de cicatrización se completa. En general, cuanto más extenso sea el procedimiento, es lógico esperar una mayor inflamación y presencia de cardenales.