Los riesgos o complicaciones tras el recambio de implante son infrecuentes pero aún así, antes de que tomes una decisión en tu intervención, queremos facilitarte toda la información posible que pueda resultar de utilidad. El riesgo de hemorragia postoperatoria es muy bajo, aunque es normal la salida de una escasa cantidad de sangre y suero por los drenajes. Siempre existe un riesgo anestésico que habrás de considerar a la hora de decidir sobre tu intervención. Este riesgo es extremadamente pequeño. Los efectos secundarios de la anestesia o la sedación son muy poco frecuentes pero pueden poner tu vida en peligro. Por esta razón realizamos la cirugía en un lugar óptimo, como es un hospital, donde se encuentran tanto el equipo técnico, como el personal médico apropiados para resolver cualquier complicación. El anestesiólogo realizará una consulta preanestesica y te prescribirá unos análisis y pruebas, para valorar tu estado de salud y los posibles riesgos. Desde que entras en el quirófano, hasta que finaliza la intervención, el anestesiólogo estará a tu lado, controlando tus constantes vitales. Algunas personas cicatrizan con cicatrices gruesas y enrojecidas que tardan muchos meses en aplanarse y palidecer, quedando posteriormente de mayor anchura que una cicatriz normal. Esta complicación es muy poco frecuente con las técnicas de sutura que utilizamos y los cuidados de la cicatriz que te recomendaremos en el postoperatorio. La pérdida de sensibilidad en el pezón es muy poco frecuente, debido a la localización de la incisión en el surco sub-mamario y a la técnica quirúrgica que empleamos. Habitualmente la sensibilidad se normaliza en el transcurso de las semanas siguientes, durante las cuales puedes notar una sensación extraña al tacto que puede resultar desagradable. Debemos señalar que debido a cirugías anteriores puede haber ya pérdida de sensibilidad en las mamas. La contractura capsular es una complicación relacionada con una contaminación bacteriana de la prótesis. Esta queda recubierta por una cápsula gruesa que hace que aumenta su consistencia y altera su forma. En nuestra experiencia, gracias a nuestra técnica quirúrgica y a las prótesis utilizadas, esta complicación tiene una incidencia muy baja y puede ser tratada médicamente, aunque en algunos puede ser necesario el recambio del implante. Como en cualquier procedimiento quirúrgico, a pesar de la administración de antibióticos y de una técnica meticulosamente estéril durante la intervención, puede aparecer una infección. Esta complicación es extremadamente infrecuente en nuestra experiencia.